A
día de hoy existe, en la sociedad Burgalesa, una gran preocupación
por los problemas que genera la falta de una buena praxis de la
Participación Ciudadana en el seno del Equipo de Gobierno Municipal
de nuestra ciudad: si tenemos en cuenta los vínculos existentes
entre la involución de las estructuras democráticas y el desarrollo
de la participación de los ciudadanos, y en el de sus formas de
participar, o de las formas en las que nos dejan participar;
observamos que la participación directa, el gran baluarte de la
democracia representativa, choca frontalmente con los cauces y
demandas de Participación Ciudadana que reclaman los valedores de
una apertura relacional entre administrados, ciudadanos que eligen, y
administradores, ciudadanos que han sido elegidos.
Sabemos
que las formas de nuestra democracia local, o por lo menos las que
propugnan una gran parte de los Ciudadanos Electos, con
representación municipal, no es un acervo inamovible, y más si
tenemos en cuenta que el papel y las funciones de las
Administraciones Locales tiende a evolucionar en los marcos de los
Procesos Participativos, dónde las soluciones que se consideran
apropiadas en un momento concreto deben de ser constantemente
verificadas, y por ende, se verán cuestionadas según se vayan
produciendo los cambios que demanda la sociedad, siendo estos un
reflejo de las necesidades y expectativas que sienten y demandan los
ciudadanos.
Pero
más allá de las diferencias entre unos y otros, lo que de verdad
preocupa es la capacidad efectiva del Equipo de Gobierno Municipal a
la hora de asumir el papel que le es asignado por una gran parte de
la sociedad Burgalesa y, por otra, la calidad de las relaciones de
los Ciudadanos Electos con una parte de los Ciudadanos que demandan
más participación en los procesos y proyectos de ámbito municipal.
En
un somero análisis sobre los cauces de participación institucional
(Reglamento de Participación Ciudadana, Consejos Sectoriales,
Consejos de Barrio, Escuela de Participación Ciudadana,
Fundaciones, etc.) de los que disponemos los Ciudadanos Burgaleses,
identificamos las siguientes problemáticas:
.-
Un gran desinterés por parte del Equipo de Gobierno Municipal y un
sentimiento de laxitud ciudadana con respecto a las políticas
locales y desarrollo de los cauces de Participación Ciudadana.
.-
Una gran dificultad, y ciertas trabas administrativas, a la hora de
implicar más a la ciudadanía mediante fórmulas directas de
consulta y participación.
.-
La debilidad de la Democracia Representativa local que hace que el
Equipo de Gobierno y la Administración Municipal sean poco
receptivos, eficaces, transparentes y responsables con las demandas
ciudadanas.
Es
cierto que ésta problemática no coexiste en todos los ámbitos de
la vida participativa local, tal y como nos demuestran los esfuerzos
y la implicación de ciertos colectivos ciudadanos -fundaciones con
fines sociales, asociaciones institucionales, etc.- en las relaciones
con la Administración Local; y esto nos puede llegar a demostrar que
a pesar de los problemas y obstáculos que podemos percibir también
hay señales de diálogo, avance, confianza y experimentación.
Bajo
estas premisas nos resulta necesario centrarnos en la problemática
de la Participación Ciudadana en la vida pública local y retomar en
un nuevo Reglamento de Participación Ciudadana los cauces y los
puntos de referencia más significativos que demandan los Colectivos
y los Ciudadanos, con la finalidad de ofrecer orientaciones comunes y
a la par ir estimulando y adaptándonos a los procesos, a las formas
y a los mecanismos que la Participación Ciudadana, y la Democracia
Relacional, nos ofrecen como vía para solucionar y normalizar ésta
problemática; o dicho de otra manera, se propone al Equipo de
Gobierno Municipal que estudie y valore un conjunto coherente de
principios y líneas directivas como base común de la acción
municipal en éste ámbito tan demandado y esencial para la
democracia local:
.-
Garantizar el Derecho Ciudadano de acceso a una información clara,
concisa y completa y a participar en las decisiones y proyectos
importantes que afectan al futuro de la ciudad y por ende al suyo
propio.
.-
Buscar nuevos cauces orientados a reforzar y promover una nueva
Cultura de la Participación Ciudadana.
.-
Conceder una gran importancia, y esencial, a la comunicación, de ida
y vuelta, entre los Ciudadanos y el Equipo de Gobierno Municipal, y
estimular a los Concejales para que favorezcan la participación de
los ciudadanos y consideren atentamente sus demandas y sus
expectativas con la finalidad de dar las respuestas apropiadas a las
necesidades que estos expresen.
.-
Reconsiderar la cuestión de la participación de los ciudadanos en
su conjunto teniendo en cuenta los mecanismos que ofrece la
Democracia Relacional y las formas de Participación Directa en los
procesos decisionales y en la gestión de los grandes y pequeños
asuntos locales.
.-
Descartar las soluciones demasiado rígidas y permitir la
experimentación, privilegiando las habilitaciones frente a las
prescripciones; y prever, en consecuencia, una amplia gama de
instrumentos de participación, así como la posibilidad de
combinarlos y adaptarlos según los casos.
.-
Realizar una seria y profunda evaluación de la situación de la
participación en la ciudad y fijar los hitos apropiados para prever
un sistema de seguimiento que permita controlar su evolución con la
finalidad de identificar las causas de las tendencias positivas o
negativas en la participación de los ciudadanos y medir el impacto
de los mecanismos adoptados.
.-
Hacer posible los intercambios de información sobre las mejores
prácticas de participación y sostener un aprendizaje recíproco
entre diversas entidades locales y sus ciudadanos sobre la eficacia
de los diversos métodos de participación; garantizando que los
ciudadanos sean informados plenamente de toda la gama de
oportunidades participativas disponibles.
.-
Conceder una especial atención a la situación de los ciudadanos que
tienen mayores dificultades para participar activamente o que, por
diversas cuestiones, quedan al margen de la vida pública local e ir
estimulando el desarrollo de la participación ciudadana a título
individual.
.-
Reconocer el potencial de los niños y de los jóvenes y destacar el
papel que pueden jugar llevando alguna de sus ideas y de sus
soluciones a la práctica.
.-
Reconocer y potenciar el papel de las Asociaciones y de las
Agrupaciones de Ciudadanos como socios esenciales del desarrollo y
del mantenimiento de la Cultura de la Participación Ciudadana.
.-
Movilizar los esfuerzos conjuntos del Equipo de Gobierno Municipal en
todos los niveles sectoriales, siendo cada Concejal responsable de la
aplicación de las acciones apropiadas que sean de su competencia,
sobre la base del principio de subsidiariedad.
Mecanismos
que favorecen la buena práctica de la Participación Ciudadana:
Participación
en una Comisión Municipal:
Las
personas designadas son Ciudadanos que representan generalmente a un
movimiento asociativo o a un grupo de interés general -un proyecto
determinado, la elaboración de un plan, etc.- ante las comisiones o
los grupos de trabajo del Equipo de Gobierno Municipal. En algunos
casos la participación de los ciudadanos se limita a una función de
asesoramiento; en otros, juegan un verdadero papel en la toma de
decisiones.
Ejercicios
de Anticipación:
Podemos
utilizar diversos métodos, en el marco de los ejercicios de
anticipación, pero todos tienen la finalidad de definir la “visión”
que los ciudadanos participantes tienen del futuro y del tipo de
futuro que desean crear. Los ejercicios de anticipación se utilizan
para aclarar estrategias globales en un municipio, en un área o en
un determinado tema en cuestión.
Gestión
de Servicios por los Usuarios:
En
este tipo de iniciativas los ciudadanos adquieren directamente el
control y la gestión del servicio afectado, también de los recursos
correspondientes. Este tipo de iniciativas se utilizan normalmente en
la gestión de los Centros Cívicos o en Centros Culturales y
funcionan generalmente mediante un Consejo Ejecutivo elegido por el
conjunto de los usuarios.
Grupos
de Discusión:
Son
grupos de ciudadanos que se reúnen con los Concejales o con los
Técnicos Municipales para discutir o proyectar una cuestión
específica. Este grupo no tiene que ser, necesariamente,
representativo de toda la ciudadanía. Normalmente la discusión no
superá las dos horas y puede girar en torno a las necesidades
específicas de un grupo, de la calidad de un servicio determinado o
de generar ideas para exponer una política municipal o una
estrategia de ciudad.
Jurados
de Ciudadanos:
Es
un Grupo de Ciudadanos, elegidos de manera que representan
equitativamente a la ciudadanía, que se reúne para estudiar un
proyecto, idea o cuestión determinada, a petición del Alcalde,
Concejal, o Equipo de Gobierno Municipal. Estos Jurados Ciudadanos
reciben elementos de apreciación de expertos -documentación,
planos, etc.- y pueden proceder a realizar estudios o entrevistas a
diversos técnicos. Este tipo de procedimientos suele durar unos
cuantos días al término de los cuáles redactan una memoria o
informe en el que se presenta su punto de vista y todas las opiniones
vertidas. Éstas opiniones tienen por finalidad ofrecer diversos
elementos de juicio en los Órganos o Consejos decisorios.
Asambleas
de Ciudadanos:
Es
una reunión general de ciudadanos convocada a petición de un grupo
de ciudadanos, o de asociaciones, por un Consejo Sectorial o por el
Equipo de Gobierno Municipal con la finalidad de obtener el punto de
vista de la ciudadanía sobre determinadas cuestiones o simplemente
para facilitar un debate sobre diferentes opciones de un servicio, un
proyecto, una política o los presupuestos municipales. El papel de
las Asambleas puede ser consultivo o decisional y puede llegar a
convertirse en el órgano deliberante de un área geográfica
determinada.